lunes, 27 de agosto de 2012

Editorial



Nuestra editorial de hoy està dedicada al amor  y a la entrega de nuestros peludos y todo lo que ellos tienen para dar.
Bienvenidos al Arca de Lola 

17/08/12 - 20:57
La historia de John Unger y su perro, Schoep, es tan conmovedora que inmediatamente acaparó la atención de los medios y movilizó a cientos de usuarios de las redes sociales que hoy contribuyen con alimento y tratamientos para mejorar la salud del pastor alemán que está ciego y sufre de artrosis, producto de sus 19 años. Es que no se trata de una simple relación amo-perro, sino que la vida los cruzó para acompañarse y, desde entonces, se eligieron como compañeros de vida para protegerse en los buenos y peores momentos de sus vidas.
Hay algo que los unió desde el principio: el Lago Superior en Michigan, donde hace unos años Unger intentó suicidarse debido a una profunda depresión tras la ruptura con una de sus ex parejas. Fue Schoep –víctima de maltrato de sus ex dueños y adoptado por Unger a los 8 meses- quien se sumergió en el lago y salvó a su amo de la muerte, pese a temerle al agua.
“Schoep (nombrado así por una popular marca de helados en Wiscosin) tenía una mirada como en ningún otro momento. Él sólo me sacó de ese momento y caminamos el resto de la noche hasta el amanecer”, relató su amo.
Años después, fue Schoep quien necesitó de la ayuda de Unger, debido a su ceguera y a una dolorosa artritis que no lo dejaba descansar. Fue allí, cuando su amo descubrió que la temperatura del agua del Lago relajaba y aliviaba a la mascota al punto de hacerlo quedarse dormido en los brazos de su dueño, quien había logrado ganar su confianza.
Esa emotiva imagen de ellos dos abrazados en el lago fue fotografiada por Hannah Stonehouse Hudson, propietaria de Stonehouse Photography y amiga de Unger y publicada en el Facebook, lo que generó miles de comentarios de gente dispuesta a ayudar con tratamientos, dinero y alimento para el animal.
“Tenía 5 minutos para fotografiar y esto es lo que capturé –un hombre y su perro-. John ama a su Schoep y Schoep confía tanto en él que se queda dormido flotando en el agua. No fue una foto posada. Esas nunca, nunca pueden capturar la verdadera esencia de las cosas”, dijo.
Debido a su condición médica, Unger no tiene un empleo estable. Nunca imaginó que la fotografía que para él es tan sólo un acto puro de amor iba a desencadenar en que mucha gente se interesara en ayudarlo a costear los gastos del veterinario y alimentación. Una mujer pagó una terapia láser para las articulaciones del animal. Y las donaciones fueron incrementándose cada vez más.
Unger reconoce que su perro ya es adulto, pero busca por sobre todas las cosas que en su día a día prime la calidad de vida del animal. “Yo sólo espero que se vaya mientras duerme”, dijo.