viernes, 28 de diciembre de 2007

EL ARCA DE LOLA .











QUERIDOS LECTORES, PAZ, PROSPERIDAD Y EL AFECTO DE TODO NUESTRO EQUIPO EN ESTE NUEVO AÑO.

jueves, 27 de diciembre de 2007

CACHITA, REGALO DE NAVIDAD.




LA MAÑANA DEL 26 DE DICIEMBRE, MUY
TEMPRANO, LLEGÓ A NUESTRA CASA ESTE REGALO DE NAVIDAD; SE LLAMA "CACHITA" Y SU PRESENCIA ADORNA E HIPNOTIZA A MI TIO JUAN.
BIENVENIDA "CACHI" A NUESTRO HOGAR Y A EL ARCA DE LOLA.

viernes, 21 de diciembre de 2007

EDITORIAL NAVIDEÑA.







Esta será la primera de muchas navidades que pasaremos junto a ustedes; familiares, colaboradores y nuestros amigos los lectores.

La navidad nos recuerda las metas , los sueños, la nostalgia de años pasados y de seres queridos que ya no están, pero también, nos renueva la esperanza y la paz. Que estas fechas nos llene de todo lo que se construye con el corazón y se logra con el uso de la razón y respeto hacia un o mismo y los demás.

El equipo del Arca de Lola, agradece a nuestros amigos, Luisa Rincón,MaribelLopez,Ernesto Figueroa,Juanillo Abdelazid,Gustavo Casal y Joseín Moros , por su fe en este proyecto de vida.


A nuestros lectores; Ana maría ( la mamá de Geisha),Nestor ( Titín), Carol y Jerónimo Alayón, Señor Sariego y su hija Vanessa de Caracas. Mariano, desde Argentina, Lala, desde Escocia, Beka, desde Berlín por sus sugerencias y fidelidad.


A todos ustedes la mejor de las navidades.


jueves, 20 de diciembre de 2007

CHOCOLATE.


Chocolate,es un perro de caminar alegre y despreocupado, sus cordiales paseos como acompañante le hacen ser uno de los secretos mejor guardados de Chacao.
La mayoría de los vecinos le quieren y consienten, su comida preferida es la carne molida cruda o poco cocida y por supuesto es un soltero empedernido.
La verdadera esencia de Choco es la libertad de caminar y verse reflejado en cada pozo de agua o vitrina, conocerse calles y vecinos.
Todos los que caminamos con Choco y tenemos la bendición de conocerle, sabemos lo que significa tener un ángel guardián.
Si usted se encuentra en Chacao , no pierda la oportunidad de conocer a un gran amigo de esta página, un excelente y querido ciudadano de esta zona.

Foto de Níyume Figueroa.r.



miércoles, 19 de diciembre de 2007

TENER-UN-AMIGO.



Estas imágenes de nuestro colaborador Profesor Ciro y su gran amigo Nestor( Titín, para nosotros) Nos recuerdan la importancia de la amistad.



Querido Titín, Las situaciones que se nos escapan de las manos son una enseñanza a veces dura, pero nos ayudan a crecer y comprender cuan valiosos somos. Esta despedida, es de tan solo unos kilómetros, unos días.
Nos despedimos hoy , para volvernos a encontrar muy pronto, pues la amistad no conoce distancias, ni tiempos.



Saludos del equipo de esta página . ¡Buen viaje y regresa pronto amigo!

Fotos de Níyume Figueroa.r.

martes, 18 de diciembre de 2007

Verdades sobre perros y gatos

Hola, soy el Profesor Ciro. Como mi amigo Herr Capitan está en Alaska, he decidido ir a visitarlo durante las Navidades. Así que aquí les dejo un poquito de mi investigación y les deseo Feliz Navidad y Próspero Año 2008, deseando que para todos los animalitos y sus amos sea de verdad, un año libre de porvo y paja. Y prometo, que tampoco fusilaré más artículos el próximo año: Me dedicaré a concentrarme en Fiérulas y que su musa me inspire.

Verdades sobre perros y gatos (Tomado de El Pinguino Amarillo).

Si tienes un perro o un gato, te resultará familiar inmediatamente.

1.- Compra un juguete a un perro y jugará con él toda la vida. Compra un regalo a un gato y jugará con el envoltorio 10 minutos.
2.- A pesar de que los gatos son unas criaturas bastante delicadas, y están expuestos a muchas enfermedades, nunca he oído que ninguno sufriera de insomnio.
3.- Perros y gatos instintivamente saben el momento exacto en el que sus dueños se levantan. Entonces ellos los despiertan 10 minutos antes.
4.- Los perros tienen dueños. Los gatos tienen empleados.
5.- Me pregunto si otros perros piensan que los caniches son miembros de una extraña religión.
6.- Nadie aprecia el sentido especial de tu conversación como tu perro.
7.- Aparte del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre.
8.- Espero ser la clase de persona que mi perro piensa que soy.
9.- No aceptes la admiración de tu perro como la evidencia concluyente de que eres maravilloso.
10.-La gente que odia a los gatos volverán como perros en su próxima vida.
11.- Nos preguntamos porqué siempre los perros beben de nuestros inodoros, pero ellos tienen su punto de vista: ¿Por qué los humanos hacen pis en su cuenco del agua?
12.- Las mujeres y los gatos hacen lo que les parece... los hombres y los perros deberían relajarse y acostumbrarse a eso.
13.- Cuando el mejor amigo de un hombre es su perro, ese perro tiene un problema.
14.-Para mantener la verdadera perspectiva de la importancia de uno mismo, todo el mundo debería tener un perro que le adorara y un gato que le ignorara.

Fuente: gather

jueves, 13 de diciembre de 2007

Galería Navideña.

Mi querido Herr Capitán sigue en Alaska. Sin embargo; nos cedió amablemente su día para hacer la galería navideña.



YACO.
Foto, Níyume Figueroa.r.


Yaco, un Pincher de 5 años, le encanta tomar el sol, dormir mucho y comer poco.
nuestro amigo se resiste al matrimonio y permanece soltero y bronceado por sus largas horas en el parque frente al trabajo de su papá Don Benito ; al que acompaña religiosamente todos los días.
Le encantan los paseos en carro y las ventanas y la velocidad son sus mejores aliados.
Lola.

martes, 11 de diciembre de 2007

Cuento de Navidad sobre perros para humanos

Revisando y buscando qué publicar, me reencontré con esta historia que no por haber sido ya muy leída, ha dejado de tener importancia. No es la historia, sino su trasfondo; ése que nos enseña sobre amistad, desinterés y lealtad, valores que se anteponen a las aspiraciones privadas. Valores que son intrínsecos a los perros. Lealtad sin límites, lealtad hasta el infinito.

Ojalá ustedes lo disfruten como lo hago yo, cada vez que lo leo. Gracias

NAVIDAD PARA UN PERRITO ABANDONADO
(Cuento de Navidad de Enrique Arenz)
1
Era el primer domingo de Adviento, y yo me pregunté si era verdad lo que estaba viendo: el automóvil se detuvo, se entreabrió una puerta trasera y alguien hizo bajar a un perrito muy inquieto. “¡Bajate, Pulquete!”, ordenó una voz desde el interior. El pobre animalito quedó desconcertado cuando el automóvil se alejó a toda velocidad. Me partió el corazón verlo correr desesperado detrás del vehículo.

Pulquete tendría unos seis o siete meses; menudito, de patas largas y pelo corto color de canela, exhibía una oreja negra de llamativo contraste. No volví a verlo hasta mucho después, pero imagino que esa noche, agotado y tembloroso, durmió acurrucado en el primer agujero que encontró. Por la mañana comenzó a buscar a sus dueños. Ese día no comió y apenas bebió un poco de agua estancada. Los días y las noches se le hacen interminables. A las dos semanas está flaco y decaído, aunque se lo puede reconocer fácilmente por su orejita negra. Como es muy joven comienza a olvidar a quienes lo arrojaron a la calle. Tal vez recuerda vagamente un patio soleado donde retozaba despreocupado. No sabe qué le pasa, pero tiene hambre y mucho miedo porque otros perros callejeros lo corren, la gente lo echa de las veredas y cuando cruza las calles, unos artefactos rugientes se le vienen encima.

Pero a pesar de todo, Pulquete siente una irresistible atracción por las personas. Cuando descubre que alguien lo mira compasivo, se le acerca tímidamente con la cabeza gacha y ojos que imploran una caricia. Pero, invariablemente, esa persona que se detuvo misericordiosa endurece la mirada y sigue su camino, no vaya a ser que el pobre animal se le adose y la siga.

Diez días después de presenciar aquel acto incalificable, nuestro perro Budy, un maravilloso lanudo grandote y bonachón, de cuatro años de edad, se nos escapa, asustado por los cohetes, y se pierde. Lo buscamos días enteros por el barrio y por las calles de la ciudad, pero nuestro querido Budy no apareció.

Tomás, nuestro hijo de ocho años, estaba desconsolado; nunca lo habíamos visto tan afligido. Se acercaba la Navidad y todo hacía presagiar que la íbamos a pasar con mucha tristeza.
2
(Budy se había alejado mucho de su casa. Cuando se le pasó el susto intentó regresar, pero caminó en sentido contrario y terminó en un mundo desconocido y ruidoso: el centro de la ciudad.
Durante días y noches corrió desesperadamente buscando a su familia, hasta que el desaliento y el cansancio detuvieron su atolondrada carrera. Su mirada vivaz se apagó y su abundante pelaje pronto fue una maraña sucia y enredada.
Un día que llovía copiosamente el pobre Budy trotaba pegado a la pared buscando algún recoveco donde guarecerse cuando se topó con un cachorro flaco, asustado y empapado que se
detuvo y lo miró con curiosidad. El debilucho Pulquete, al que ya se le contaban las costillas, y Budy, corpulento y greñudo, se quedaron estáticos bajo el aguacero observándose con expectación. Pulquete, con sus orejitas paradas, movió tímidamente la cola y Budy se le acercó para olerlo. Enseguida se hicieron amigos y ya no se separaron en su vagabundeo. El pequeño seguía al grande a todas partes, buscaban comida juntos y en las noches frescas se daban calor pegaditos uno con otro. Budy seguía con su idea fija de localizar su casa, obsesión que sólo olvidaba temporalmente cuando se divertía con Pulquete en el novedoso juego de perseguir automóviles y motocicletas).

3

Llegó el 24 de diciembre. Hacía ya catorce días que se había perdido nuestro perro, y desde entonces Tomás casi no hablaba ni se interesaba por nada. Mi esposa y yo, preocupados por tan prolongada apatía, decidimos llevarlo a la Misa del Gallo que se celebraba a las diez de la noche en la Catedral. No sé cómo se nos ocurrió la idea, pero esa misma noche, al terminar la ceremonia, cuando todavía vibraban en nuestros corazones los conmovedores acordes del Gloria in Excelsis y los ángeles aún aleteaban sobre nuestras cabezas, comprobamos que aquella decisión no había sido casual.

Al salir de la iglesia fuimos rápidamente hasta nuestro auto para llegar cuanto antes a casa, donde nos esperaban los abuelos de Tomás para la cena de Nochebuena. Iba a poner el motor en marcha cuando Tomás sale de su mutismo y me dice:

—Mirá, papá, ese pobre perrito, ¡qué flaco está!

Me fijo donde me señalaba mi hijo y reconozco al cachorro por su inconfundible mancha negra.

—Pero si es Pulquete, el cachorro que tiraron a la calle desde un auto. ¿Te acordás que te lo conté? Fue antes de que se perdiera Budy. Qué desmejorado está, pobrecito.

—Mirá como nos mira, papi, como si quisiera venir con nosotros...

—No, Tomás..., no podemos...

—Quiero acariciarlo papá, por favor... ¡Vení, perrito...!

Yo sabía que si Tomás acariciaba a ese cachorro tendríamos que llevarlo a nuestra casa.
¿Pero cómo negarle ese gesto de ternura después de lo que había sufrido? Nos miramos resignadamente con mi esposa y asentimos en silencio.

Tomás bajó del auto y acarició efusivamente al cachorro. Había que verlo a Pulquete, estaba loco de alegría, movía la cola, le lamía las manos y la cara, saltaba feliz, se tiraba panza arriba.

—Papá, está hambriento, tenemos que darle de comer.

—Está bien, subilo al auto que lo llevamos a casa.

Tomás, entusiasmado y feliz como no lo habíamos visto en semanas, trató de inducir al cachorro a que subiera. Pero para nuestra sorpresa, Pulquete no avanzó. Se quedó parado expectante. Tomás insistió en llamarlo pero el perrito, lejos de subir al auto amagó con alejarse. Se puso a ladrarnos como si quisiera decirnos algo. Se alejaba de nosotros, se detenía y nos ladraba. Su comportamiento era muy extraño. Tomás intentó agarrarlo pero apenas se le acercó, el cachorro corrió para volver detenerse y a ladrarnos varios metros adelante. Tomás quería ir tras él, pero se nos hacía tarde y no podíamos perder tiempo en los caprichos de un perro desconocido.

—Déjalo, Tomás, es muy tarde, vamos a casa.

— ¡Papá, por favor...!

—Subí, vamos a casa, está claro que no quiere venir con nosotros.

Puse el motor en marcha y Tomás se largó a llorar. Pulquete había vuelto a correr y ya había doblado la esquina.

Lo que sucedió a continuación todavía hoy nos emociona y no lo vamos a olvidar en nuestras vidas.
El motor del auto se detuvo inexplicablemente y no hubo forma de hacerlo arrancar. “¿Qué pasó?, me dije inquieto, ¿Se habrá ahogado? Sí, seguro...; bueno, paciencia, tendremos que esperar un poco”. Tomás lloraba en el asiento trasero y adiviné que mi esposa, con la cara vuelta hacia la ventanilla, también dejaba correr algunas lágrimas silenciosas. En eso oímos unos ladridos familiares.

— ¡Papá, papá! —gritó Tomás— ¡Mirá! ¿Ese no es Budy?

— ¡Por el amor de Dios, sí, es Budy, es Budy! —exclamó mi esposa.

¡Era Budy nomás! Había reconocido el automóvil y venía corriendo desde la esquina a toda velocidad. Y detrás de él, ladrando entusiasmado, venía Pulquete, el cachorro abandonado que no quiso abandonar a su amigo y por eso había tratado de hacernos entender que debíamos esperarlo hasta que él lo fuera a buscar.

Y adivinen qué pasó cuando los dos perros estaban ya dentro de nuestro automóvil y todos llorábamos y reíamos de alegría: el motor arrancó apenas giré la llave.

Fue como si algún ángel de Navidad, un ángel tal vez de los animales, ¿por qué no?, hubiera dicho con una dulce sonrisa: “Bueno, ahora sí se pueden ir todos a casa a celebrar la Nochebuena”.

Todos esperan su regalo.


lunes, 10 de diciembre de 2007

EDITORIAL.






LA navidad llegó a nuestros hogares, nuestra labor apenas comienza y nuestros colaboradores están dedicados a lograr una excelente página y una mejor información.
Esta editorial brevísima pues; la idea es compartir y disfrutar la navidad, en compañía de los que nos quieren , cuidan y respetan.

¡ Bienvenida seas navidad!

LOLA.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Glam navideño.


Llegó la navidad, y con ella nuestro deseo gatuno de ser consentidos , bueno bueno, también perruno.
Los preparativos de estas fechas son extenuantes y más de un perro o gato pierde sus bigotes en esta labor. Lo importante es dejarse consentir y querer.
La próxima semana traeré una guía de compras , bien documentada, para que no nos falte nada a las mascotas del mundo.

Hasta el próximo encuentro con el Glam.
Bunner Bu.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Patas historicas en Alaska.

Llegó la navidad......

Mi querido Herr Capitán, está desde hace una semana en Alaska visitando a sus familiares.
La próxima semana volverá la sección "Patas históricas".
Hasta entonces; una pequeña muestra del disfrute de Herr Capitán.
LES SALUDA DESDE ALASKA, HERR CAPITÁN.
La foto pertenece a nuestra colaboradora ,Níyume Figueroa.r.
Derechos reservados.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

El Lobo: Un mito, un tópico...o una realidad

De todos son conocidas las leyendas y cuentos que "mortifican" al lobo como a un ser malo y despiadado. El hombre ha hecho todo lo que ha tenido al alcance de la mano para destruirlo y hacerlo desaparecer. Ahora, después de casi 100 años parece que vuelve de una manera tímida a nuestras montañas pirenaicas, y vuelve la polémica y las invenciones de las personas en contra del animal.

Este último fin de semana, fui a visitar el parque de "la Maison des loups" en Ax les Thermes en la comarca de l'Ariege (Francia) a unos 45 minutos de mi casa, situada a Bor en la comarca de la Cerdaña (Pirineos Orientales). Allá pude ver los diferentes cercados donde están los lobos, separados según las distintas sub especies: lobos canadienses, europeos, árticos o polacos, donde viven en perfecta armonía entre ellos, siendo una manada muy bien estructurada donde la jerarquía de la pareja dominante se impone por encima del resto de la manada.Pude ver diferentes comportamientos delante de la presencia de personas que se acercaban a la cerca de seguridad, por ejemplo, pude ver como se miraban de diferente manera a las mujeres, a los hombres o a los niños y sobretodo como reaccionaban cuando algún niño corría alrededor del cercado.

Me recordaba la manera de trabajar de mis Border Collies, es decir, fijaban la mirada en aquel niño que corría inconsciente de lo que hacía, y lo seguían en todo momento como si fuera una presa de caza.

Alrededor del mediodía, el dueño y el cuidador del parque, dieron la comida a los lobos, de manera que todo el mundo lo veía, a la vez uno de ellos, daba unas explicaciones sobre el comportamiento de los lobos; unas pequeñas explicaciones de como viven y los problemas que comportan a la ganadería. Hablaron de los perros de protección de rebaños, etc..., en fin una charla muy interesante, aunque para algunos parecía no tener demasiada importancia o que ellos sabían más que el hombre que lo explicaba, pero ya se sabe, en todos los sitios hay "técnicos". Lo cierto es que todo aquello que explicó aquel hombre y los comportamientos que yo había observado, me indujeron a pedirles si era posible entrar dentro con lobos. El hombre no lo dudó y me invitó a entrar a dentro con él, cosa que acepté con los ojos cerrados, para mi era casi un sueño.

Una vez dentro del recinto de los lobos canadienses, el cuidador me dijo que nos agachásemos, acto seguido se acercó la loba dominante de la manada, era una loba de color gris oscuro, con un olor muy intenso y peculiar, se plantó a un metro y medio delante de nosotros. Nos observaba con desconfianza y al mismo tiempo con intimidación. La cola ligeramente levantada, las orejas planas al lado de la cabeza y la mirada fija en mi, la cosa extraña que había entrado en su territorio. Yo, evitando mirarle directamente al los ojos la observaba. Si me pinchan no me sacan sangre, el resto de los lobos estaban alrededor, unos más cerca, otros más lejos.

En el momento en que nos levantábamos a nuestra posición normal, los lobos se retiraban con signos de miedo, pero si nos agachábamos volvían a acercarse para ver quienes éramos; pude sentir su olor, sentir como pisaban las ramas, los gemidos, la madriguera ... y me di cuenta que si querían yo estaba a su disposición. Que si fuesen tan malos como dice la gente yo no estaría ahora escribiendo estas líneas y que eran mucho más listos e inteligentes de lo que muchos de nosotros pensamos.

Sin duda, fue una experiencia fantástica y que recordaré toda la vida, y de buen seguro que me hará cambiar algunos aspectos de como tratar a sus primos, mis perros; de como tratar y hablar de ellos, unos animales impresionantes, fantásticos y que se merecen el respeto de nosotros, los animales teóricamente racionales. Espero poder volver y poder repetir experiencias como estas, para poder explicar y enseñar a mis hijos que es un lobo de verdad, un oso, un rebeco, una ardilla, ...y que todos ellos merecen nuestro respeto. Como dice un refrán de los indios americanos, "la tierra es la herencia de nuestros hijos"

Armand Flaujat. tomado de www.calmanistro.com