miércoles, 4 de febrero de 2009

LA VERDADERA BONDAD DEL HOMBRE

En las primeras páginas de la Biblia, en el Génesis, está escrito que Dios creó el cielo, mar y tierra, y en ella puso los animales. Luego creó al hombre y le confió el dominio sobre todo este mundo. Por supuesto, que el Génesis fue escrito por un hombre y no por un perro. Me pregunto yo, ¿quién puede asegurar de que Dios haya confiado efectivamente el dominio del cielo, mar y tierra, y todo lo que nace y crece en ellos para que el hombre haga lo que diga su voluntad? Mas bien me parece que el hombre inventó todo esto para convertir en sagrado su dominio, que había usurpado. Así es, el derecho de abandonar, maltratar y matar un perro es parte de lo que la humanidad coincide fraternalmente.

Donde quedaría este derecho, al parecer, evidente para la humanidad dada la posición que ocupa en la jerarquía, si Dios le confiara el dominio de todas las estrellas del universo a otros seres. Le pregunto a la humanidad, ¿dónde queda toda esta evidencia del Génesis si así fuera la voluntad de Dios?

Dios le "confió" al hombre el dominio sobre los animales, pero esto lo podemos entender en el sentido de que sólo le "cedió" ese dominio. El hombre no es el propietario, sino un administrador y como tal, algún día, deberá rendir cuentas de esta administración.

El hombre debe compartir y convivir este dominio con sus pares, por lo tanto debe relacionarse de una manera que sea aceptado, de otro modo no podríamos vivir en sociedad. Pregunto al lector, ¿tiene algún mérito portarse bien con los demás, ser amable? Aquí existe un problema, en este submundo creado por el hombre, no somos capaces de establecer con seguridad en qué medida nuestras relaciones con los demás son producto de nuestros sentimientos, de nuestro amor o desamor, bondad o maldad; y mucho menos, somos capaces de darnos cuenta hasta que punto son el resultado de la existencia de fuerzas que condicionan nuestros actos y sentimientos.

Es por eso que la verdadera bondad del hombre sólo puede manifestarse con absoluta pureza y libertad en relación con quién no representa fuerza alguna. La verdadera prueba de la moralidad de la humanidad, la más profunda, tal que escapa a nuestra percepción, radica en su relación con aquellos que están a su merced: Los Animales.

Dedicada a todas las personas que en el anonimato luchamos por ser más humanos. Jaime Morales.
Basado en el libro "La Insoportable Levedad del Ser"
Escrito por Milan Kundera
Fecha: 2004-04-27
Fuente: Jaime Morales

3 comentarios:

Níyume dijo...

Gracias por tan bella entrada Profesor Ciro.
Un gusto visitarlos

impersonem dijo...

cierto es lo que dices, te comprendo y comulgo con ello.

Saludos.

Anónimo dijo...

Belliiiisimo.....de acuerdo....
gracias infinitas por colocarlo...
saludos y siga escribiendo estas notas
Marielbys