jueves, 24 de enero de 2008

UN CUENTO DE NUESTRO INVITADO ESPECIAL.


Nuestro buen amigo e invitado especial Joseín Moros, nos ha enviado este cuento llamado MIEDO con su respectiva ilustración. El equipo del Arca, le da la bienvenida, agradeciendo su amistad, su arte y su interés por esta página.
Herr Capitán y Buner Bu, aún fuera del país , ceden encantados sus espacios a este maravilloso cuento .





Miedo

El gato Athan caminaba por el jardín mientras mantenía sitiada una familia de roedores. Los ratones, desde su refugio, lo miraban.
Ademia, la madre, gimió:
-No podemos encontrar comida, si salimos el gato nos comerá. ¿Qué podemos hacer?
El abuelo Aeneas dijo en voz muy baja:
-Hablar con él, negociar.
-¿Qué podemos negociar, no tenemos nada a cambio?
-Él no lo sabe.
Ademia pensó durante un rato y dijo:
-Debemos descubrir su miedo más profundo.
Aeneas murmuró, moviendo los bigotes:
-Tiene miedo de la muerte, su vida es cómoda, sin riesgos, no sale al patio donde el perro Erasmus gobierna.
-Sí, es cierto padre, aún así no tenemos como amenazarlo de muerte.
-Él no lo sabe.
Siguieron hablando mientras los recién nacidos: Eudora, Eugene, Eugenia, Edalia, Evan, Dion y Diácono, masticaban madera seca bajo el tronco.
Ademia dijo a su padre:
-Todos moriremos; no hay alternativa, seguiremos tu plan.
El abuelo Aeneas comenzó a salir, no pudo hacerlo, su hija Ademia lo detuvo por la cola y gritó:
-Tu cuerpo no tiene energía para algo así.
Y se abalanzó en dirección al gato.
Cuando estuvo frente a Athan, la madre de los pequeños ratones dijo:
-Tú terminarás con mi agonía. ¡Cómeme!
Athan la miró parpadeando y contestó:
-Ratón loco, te complaceré.
Saltó sobre Atemia, la atrapó y comenzó a hacerla rebotar de una garra a la otra, como un juguete.
Casi desmayada, Atemia dijo:
-Te diviertes con mi agonía Athan, recibirás algo peor.
El gato oyó estas palabras y sintió curiosidad, mucha curiosidad; puso una garra sobre la cola del ratón, para evitar su huída, y preguntó:
-¿Estás muriendo y me amenazas? ¿Por qué?
-Porque un oráculo me dijo: Toda tu familia morirá acorralada por un gato, pero si alguno de ustedes muere en las garras de ese gato, él morirá tres días después en las fauces de una bestia.
Los bigotes de Athan se tensaron, parpadeó varias veces, dobló el lomo, alzó la cola y maulló de miedo. Salió corriendo y tras él Ademia lo seguía suplicando:
Mátame Athan, debo morir en tus garras y tú morirás tres días después!
De allí en adelante, Ademia y su familia merodeaban en el jardín, mientras Athan, aterrorizado, los miraba desde el techo de la casa.


Joseín Moros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades por tan lindo espacio.
Tatiana Miró

Unknown dijo...

Siempre gana el más inteligente, el más seguro... No hay que dejarse intimidar por el más grande o el que parece más fuerte.

Cómo siempre tus cuentos me encantan tanto como las ilustraciones